¿Anticonceptivos para ratas?: la última propuesta para combatir la plaga en Nueva York
Un nuevo proyecto de ley presentado el jueves propone utilizar anticonceptivos para combatir la plaga de ratas en la ciudad de Nueva York.
La propuesta, promovida por el concejal Shaun Abreu, consiste en poner en marcha un programa piloto en el que se distribuirían gránulos que esterilizarían a los roedores en dos zonas de la urbe que abarcan al menos diez cuadras.
El método busca evitar que se use veneno para matar a las ratas, ya que este afecta a otros animales, principalmente aves, que se alimentan de los roedores muertos. En un caso reciente, un búho llamado Flaco murió tras escapar de un zoológico neoyorquino y chocar contra un edificio. Los resultados de las pruebas arrojaron que tenía una afectación grave por la exposición a cuatro tipos de veneno para ratas, que, según los zoólogos, le habría causado muerte incluso si no hubiera sufrido el accidente.
No sería la primera vez que la ciudad utilice anticonceptivos para controlar la natalidad de las ratas, sin embargo, los intentos anteriores resultaron infructuosos. El concejal aseguró que los gránulos serían más eficaces que otros métodos anticonceptivos utilizados anteriormente, ya que son «salados, dulces y contienen materias grasas que atraen a las ratas».
«Se los llevarán a su madriguera para que se los coman otras ratas», dijo, insistiendo en la necesidad de combinar este método con otros esfuerzos para combatir la proliferación de roedores, como botar la basura a contenedores.
En sí la propuesta no tiene nada de malo. No sólo los venenos, hasta los mismos medicamentos de uso veterinario terminan siendo dañinos para otras especies depredadoras y/o carroñeras, para muestra lo ocurrido en India donde el uso de diclofenac en el ganado vacuno trajo como consecuencia la cuasi erradicación de los zamuros, los cuales son sumamente vulnerables a dicho medicamento, lo que a su vez ha causado la proliferación de perros salvajes que, a diferencia de los zamuros, no son susceptibles al diclofenac aparte que son transmisores de enfermedades como la rabia.
El problema es que los anticonceptivos son compuestos esteroideos similares a las hormonas femeninas (estrógenos), con lo cual podría darse una situación parecida a la que ocurre con el consumo crónico de carne de animales (sobre todo pollo) a los cuales les suministran tales hormonas para que engorden con menos alimento.