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Bélgica esterilizará a los gatos por decreto

Bélgica ha decretado que los casi dos millones de gatos del país sean esterilizarlos para controlar el excedente de población felina. La medida afecta también a los gatos callejeros.

El tema es recurrente en ese país y no está exento de polémica. Curiosamente, los gatos fueron muy apreciados allí en el pasado. La prueba: a finales del siglo XIX se realizó un experimento con ellos, entrenándoles a entregar el correo.

Se estima que cada año son abandonados 30.000 gatos en Bégica de los cuales la mitad son sacrificados, debido a la superpoblación de los refugios para animales.

Para paliar esta situación, el Gobierno ha decretado que todos los gatos que nazcan, sean castrados antes de cumplir seis meses. Los dueños de quienes introduzcan este tipo de animales en el país también deberan esterilizarlos si permanecen en Bélgica más de 30 días. La medida se aplicará igualmente a los gatos más viejos. La esterilización obligatoria de los felinos ya se realizaba a nivel de algunos municipios. La diferencia, ahora, es que se trata de una medida estatal. Bélgica pasa así a ser el primer país del mundo en implementar estas medidas a escala nacional.

La normativa se introdujo primero, en la región francófona de Valonia, y entro en vigor en Bruselas a principios de este año. Se aplicará en todo el territorio belga hacia 2020.

“La lógica es poner freno a la superpoblación de gatos callejeros. Aunque las medidas se aplicarán tanto a gatos domésticos, como a gatos callejeros “, ha declarado la secretaria de Estado de Bruselas para las tecnologías de la información, digitalización, igualdad de oportunidades, seguridad vial, bienestar animal y cooperación para el desarrollo, Bianca Debaets
, co-promotora de esta normativa.

Los refugios de animales de Valonia llevan aplicandola desde 2013 con los gatos callejeros, mayores de seis meses. Ahora su implementación se extiende a Bruselas y a la región de Flandes, en el norte del país.

“En el verano, cuando los gatos estén en celo, recibiremos cerca de una docena al día. Es agotador. Esperamos sinceramente que las nuevas reglas den algunos frutos “, dice Lauren, una cuidadora del refugio de animales Veeweyde en Anderlecht, uno de los 19 municipios de Bruselas.

El gobierno belga no tiene planes para realizar un peritaje sobre el cumplimiento de estas medidas por parte de los ciudadanos. No obstante, los propietarios deberán instalar un chip electrónico en sus mascotas, que actuará como una especie de carnet de identidad felino, que enviará sus datos a un registro digital, que los veterinarios podrán consultar a través de una red centralizada llamada CatID “Dado que el registro y la identificación son obligatorios para todo el país, la esterilización se puede certificar a través de la base de datos”, ha declarado Debaets.

Multas a partir de cincuenta euros

De momento no parece que los belgas estén precipitándose para pedir cita en las clínicas veterinarias. De hecho, sólo aparecen registrados en el CatID: 14.882 gatos a día de hoy, lo cual representa el 0’7% de la población felina de todo el país.

El incumplimiento de las normas puede ser sancionado con una multa de 50 euros, y si el propietario se niega a cumplirlas durante varios años, el castigo puede aumentar hasta los 10.000 euros. Pero, a pesar de las bajas cifras de inscripción, en un principio; los veterinarios confirman ahora que las solicitudes para esterilizar a los gatos han aumentado lenta pero progresivamente, del mismo modo que el registro de los mismos por parte de sus dueños.

“Desde que el decreto entró en vigor, cada vez recibimos a más gente que viene a solicitar la esterilización o la castración de sus gatos, si aún no lo han hecho”.

hay voces que denuncian la intromisión del Estado en la vida de las mascotas y su capacidad de reproducción. “Los políticos nos están quitando la libertad de tener un gato sin pagar impuestos, y sin control genético. Obviamente, no quedarán muchos, si todos siguen esta regla. El Gobierno debería dejarnos a nosotros y a nuestros gatos en paz “, dijo Agnes Vandenschrick, residente en Mons, Bélgica.

El plan prevé que quien desee que su gato se reproduzca, tendrá que obtener primero una autorización. La idea de la demanda es que la persona reflexione y recapacite sobre ello.

Dentro de cinco años se realizará un balance de estas medidas para evaluar el impacto y la eficacia de las mismas.

Fuente EuroNews

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