Confirman muertes de tres animales en Zoológico de Paraguaná
La directiva del Zoológico de Paraguaná confirmó que recientemente murieron tres animales en este recinto. Un mono capuchino, una mona araña y una guacamaya.
Marisabel Santana, directora del parque, quien ha venido alertando sobre el posible cierre del lugar y el traslado de las especies, debido a la crisis económica que se vive en el país y las dificultades que tienen para conseguir los insumos, dejó claro que se encuentra a la espera de los resultados de las necropsias y que todavía no se puede asegurar nada sobre las causas de los decesos, que fueron informados por algunas fuentes que pidieron no ser identificadas.
El Zoológico de Paraguaná se encuentra desde hace tiempo en una férrea lucha por conseguir financiamiento tanto para los más de 300 animales que se encuentran allí, como para su personal y adecuado funcionamiento, según reseñó el diario El Universal.
Santana señaló que los costos operativos y administrativos se han elevado ubicándose en unos cuatro o cinco millones de bolívares mensuales.
Explicó que ya la Fundación Nacional de Parques Zoológicos y Acuarios (Funza) consideró la reubicación de la mayoría de los animales de Paraguaná, pero hace unos tres meses en la Gobernación de Falcón se anunció que revisarían el caso y ayudarían a resolver la situación, lo que frenó la decisión del organismo ambiental. Sin embargo, hasta ahora no ha habido respuesta.
Lla crisis de este zoológico reabre el debate sobre la existencia de estas prisiones para los animales.
No existe ninguna razón para mantener en jaulas a animales inteligentes y sociales para nuestra efímera distracción y entretenimiento. La pérdida del hábitat y otros riesgos de la vida salvaje no se evitan al confinar a los animales en condiciones de hacinamiento y privándolos de todo lo que es natural e importante para ellos».
Según Peta los zoológicos separan a individuos apegados, que son traficados y trasladados de un lugar a otro para cumplir con los programas de reproducción, haciendo trizas sus complejas y multifacéticas relaciones sociales.
La organización en defensa de los animales expone que «la reproducción en cautiverio es irresponsable y empeora una situación que ya de por sí es mala. Cada año, santuarios autorizados deben darle la espalda a cientos de animales exóticos y salvajes abandonados por circos, zoológicos rodantes y el comercio de mascotas. Mientras unos pocos zoológicos, como el zoo de Detroit y el zoo de Baltimore, han tomado la decisión compasiva de proveer refugio a los animales que realmente lo necesitan, la mayoría de los zoológicos rechaza a estos animales. La industria de los zoológicos debe transformarse de una prisión a un refugio, donde los derechos y el bienestar de los animales individuales son de máxima prioridad«.
Por tanto, la crisis que hoy padecen los animales del zoológico de Paraguaná debería hacernos reflexionar sobre el mejor modo de ayudar a las especies que hoy están en riesgo de perecer, y evolucionar hacia al concepto de refugios que propone Peta.