Día Mundial Antitaurino: Erradiquemos la tauromaquia
Este 25 de junio se celebra el Día Mundial Antitaurino, fecha para exigir la abolición de la tauromaquia, entendida erróneamente como arte o cultura, cuando consiste en el maltratar y torturar hasta la muerte a un animal inocente. Una fecha elegida para decir alto y claro que las corridas de toros, las escuelas taurinas, las subvenciones a esta aberrante práctica y la tortura de estos animales debe terminarse de una vez por todas.
Defender la abolición de la tauromaquia es pensar en el fin del sufrimiento animal. Si bien las corridas de toros siguen siendo legales, esta práctica es cada vez más cuestionada. Hay ocho países en el mundo donde se practica la tauromaquia.
A día de hoy, en países como Francia o España, el porcentaje de la población que aún defiende esta cruel práctica disminuye cada día más. De hecho, en las últimas corridas, ha quedado en evidencia que las plazas estaban prácticamente vacías. Y aunque haya ido el rey de España a verlas (y por ello le hayan legado una oreja), el movimiento antitaurino no deja de crecer.
Y es que en todos los países en donde hay corridas de toros, el negocio de torturar a un animal para que la gente grite Ole, está en manos de unas pocas docenas de familias prestigiosas. Que han hecho muchísimo dinero con esta práctica. Y a las que no les interesa perder sus pingües fuentes de ingresos. Pero no hay dudas de que debemos pasar página y abandonar por completo una ‘tradición’, que se basa en causar dolor a seres sintientes.
Defender esta aberrante práctica como una tradición es insultante para la capacidad evolutiva y de raciocinio del ser humano. La esclavitud, la quema de brujas o los sacrificios humanos, fueron también tradiciones practicadas en Europa durante muchos años. Sin embargo, han sido superadas, abolidas y completamente desdeñadas.
Ya lo de defender que el ‘toro bravo’ desaparecería es el colmo de la estupidez. Puesto que ni es una sub-raza como nos intentan hacer creer los protaurinos. Ni es de una especie diferente a la de cualquier vaca. Todos son Bos Taurus. Solo que, en el caso del bravo, se le han logrado acentuar ciertas características físicas. Pero ello no los ha diferenciado del resto, más que a nivel externo.
Los toros y los caballos de lidia son seres sintientes: experimentan miedo y dolor. Por lo que, en 2023, bien entrado en siglo XXI, es inadmisible que se los siga torturando. Hablamos de infligir voluntariamente actos de crueldad y abusos graves con fines de entretenimiento. Si esto se hace en otro ámbito, puede constituir delito penal.
Las armas utilizadas durante las corridas de toros (picas, banderillas-arpones, espadas, puñales) son instrumentos de tortura que perforan, laceran y traspasan el cuerpo del animal. La idea es debilitarlo para que el ‘matador’ lo ultime con un puñal. Mientras la gente delira ante el cadáver bañado en sangre del pobre animal.
El toro ni nació para morir, más que por el capricho de sus criadores, ni lo hace con honor. En realidad, tiene la vista enturbiada por el aceite que se le pone en los ojos antes de salir a la arena. Está cansado, dolorido y asustado. Y ha sido torturado y desangrado cruel y lentamente. Asesinarlo cuando baja el testuz no tiene un ápice de gloria. Es pura y simple cobardía y maltrato animal.
Cuando un toro sale al ruedo, está prácticamente sentenciado a morir. Su agonía podrá durar más o menos. Pero sufrirá lo indecible antes de dar con sus huesos en tierra. Eso no puede ser cultura en ningún país que se llame a sí mismo civilizado. No hay más verdad que esa. Todo lo demás es puro marketing. Día Mundial Antitaurino 2023.
La mejor manera de celebrar este día es no asistir a eventos de este tipo, y además pedir leyes que prohiban la tauromaquia, elevando el nivel de conciencia de la sociedad sobre los efectos perversos de mantener estas absurdas «festividades». También se pueden utilizar los hashtags #DiaMundialAntitaurino #BanBullfighting en redes sociales como apoyo.
Fuente: Ecoticias.com