Pirotecnia: una amenaza para los animales y el medio ambiente
La pirotecnia es una práctica común en muchas fiestas y celebraciones, pero también es una fuente de estrés y sufrimiento para los animales. Los cohetes y fuegos artificiales producen ruidos muy fuertes y sorpresivos, que pueden afectar negativamente a la salud y el bienestar de los animales de compañía, los animales silvestres y los animales explotados.
Los efectos nocivos de la pirotecnia en los animales
Los animales tienen un oído más sensible que el humano, por lo que los sonidos de la pirotecnia les resultan más molestos y dañinos. Los cohetes pueden emitir hasta 190 decibelios, mucho más que los disparos (140 decibelios) o los aviones de reacción (100 decibelios). Estos ruidos pueden provocar en los animales pérdida de audición, tinnitus (zumbidos en el oído), náuseas y miedo.
El miedo puede desencadenar en los animales reacciones de pánico, estrés y ansiedad, que pueden afectar a su comportamiento y a su salud física y mental. Algunos signos de que los animales sufren por la pirotecnia son: falta de apetito, ocultamiento, temblores, jadeos, salivación, taquicardia, agresividad o automutilación. Además, muchos animales intentan escapar del ruido y se exponen a riesgos como atropellos, caídas, pérdidas o robos.
La pirotecnia también tiene efectos nocivos por las partículas químicas que libera al ambiente, como el polvo fino (PM10), que es respirable y tóxico. Estas partículas pueden empeorar enfermedades existentes y causar otras, como alergias, asma, bronquitis, neumonía o cáncer.
Todos estos efectos afectan a los animales de compañía, como perros y gatos, pero también a los animales silvestres que viven en entornos urbanos o rurales, como aves, roedores, reptiles, anfibios o insectos. Los animales que viven en zoológicos, acuarios, circos, granjas o laboratorios también sufren por la pirotecnia, ya que no pueden escapar ni refugiarse del ruido y el estrés.
Cómo minimizar el impacto de la pirotecnia en los animales
La mejor forma de proteger a los animales de la pirotecnia es no usarla, ya que no solo les perjudica a ellos, sino también a las personas y al medio ambiente. Sin embargo, si no podemos evitar que otras personas la usen, podemos tomar algunas medidas para reducir el daño que les causa a los animales.
Si tenemos animales de compañía, debemos crear un espacio seguro y cómodo para ellos, lejos de los ruidos y las luces de la pirotecnia. Podemos poner música relajante, juguetes, mantas y premios para que se sientan más tranquilos. También debemos cerrar puertas y ventanas para evitar que escapen o se lastimen. Si nuestros animales tienen un comportamiento muy nervioso o padecen alguna enfermedad, podemos consultar con un veterinario para que nos recomiende algún tratamiento o medicación.
Si conocemos a otros animales que viven en la calle o en refugios, podemos ayudarlos ofreciéndoles comida, agua y un lugar donde resguardarse. También podemos colaborar con asociaciones o grupos que se dedican a proteger y cuidar a los animales abandonados o maltratados.
Si queremos ayudar a los animales silvestres, podemos evitar tirar cohetes cerca de sus hábitats, como bosques, parques, ríos o lagos. También podemos evitar dejar restos de pirotecnia en el suelo, ya que pueden ser ingeridos por los animales o contaminar el agua y el suelo.
Si nos preocupamos por los animales que viven en cautiverio, podemos denunciar o boicotear a los lugares que los explotan o los exhiben, como zoológicos, acuarios, circos, granjas o laboratorios. También podemos apoyar a las organizaciones que defienden los derechos de los animales y promueven su liberación y su bienestar.
La pirotecnia es una práctica que causa mucho sufrimiento a los animales, tanto a los que conviven con nosotros como a los que no. Por eso, debemos ser conscientes de las consecuencias que tiene para ellos y actuar de forma responsable y solidaria. Los animales son seres sensibles que merecen nuestro respeto y nuestra protección.