Ya casi ley para nuestros amigos fieles
El pasado martes, 6 de febrero, se debatió en la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, el Proyecto de Ley para el Trato Digno y el Reconocimiento de los Derechos de los Animales de Compañía, en primera discusión obviamente; esto ¿qué significa? Pues que corresponde un debate nacional sobre el proyecto que ya se encuentra redactado, hacer propuestas, sugerencias y todo lo que los diferentes sectores y grupos de interés consideren fundamental para que el producto final sea una Ley de verdadera justicia para nuestros fieles amigos y amigas.
Ahora bien, porqué es importante esta Ley: ya hemos referido la necesidad de una convivencia armónica, justa y respetuosa con la madre tierra; haciendo uso responsable de los recursos naturales, y lo necesario que resulta que las políticas públicas sean pensadas y ejecutadas con fines sostenibles y sustentables. Pero acá lo verdaderamente importante es dar fin a los ciclos de violencia que sufren muchos animales que pueden ser catalogados como compañía o domésticos.
Algunas personas creen que está bien y de hecho normalizan el maltrato y trato indigno a ciertas especies de animales, por considerar que no son seres sintientes o que tal vez son inferiores por no ser humanos, esas acciones y actitudes solo dejan sobredicho la falta de bondad que hay en el corazón de quien actúa y piensa de tal manera.
Esta Ley nos llena a quienes militamos en la causa ecologista, porque si los ecologistas somos también animalistas, y porque un animal de compañía es más que eso, es amor incondicional, un guardián o guardiana, confidente, cuidador, es un real amigo fiel. Sí, esta Ley nos llena de alegría.
Ciertamente a nivel muy personal, me mueve y me conmueve; pero ¿acaso a ustedes no? Cuántas personas actualmente tienen como compañero o compañera a un gatito, gatita, perrito, perrita que además llegan a ser un soporte emocional para quienes en algún momento han vivido una crisis por estrés o por otros diversos factores.
Esta Ley no se trata de un capricho para un sector, se trata de generar condiciones en donde nos sensibilicemos y empecemos a vivir con amor a nuestro entorno, a interiorizar y asumir que la especie humana no puede ni está sola en el planeta, que hay vida que requiere respeto y que hay personas que, por razones médicas, requieren y necesitan de un animal de compañía. Es necesario comprender que todos somos valiosos en la madre tierra y que existe un rol a cumplir.
Se trata también, entonces, de que esta herramienta jurídica nos una como país en la más noble causa, que construyamos una Ley desde el debate respetuoso de las ideas y puntos de vista, resguardando la prioridad de nuestros amigos fieles, pero principalmente que no se confunda o tergiverse el sentido de quiénes son, pueden y deben ser considerados animales de compañía.
Que los aprovechadores no la usen para el mal, que los detractores puedan sentir en su corazón el amor de tener un compañero fiel en casa. Y que la justicia se cumpla para quienes no sienten respeto por la vida de los animales de compañía. Celebramos con optimismo este proyecto de Ley, que nos una, que nos hermane y que del debate surja la justicia.